domingo, 1 de febrero de 2015

INTOXICACIÓN ALIMENTARIA POR VIBRIO VULNIFICUS (PATÓGENO DEL PESCADO CRUDO)



  1. INTOXICACIONES ALIMENTARIAS
La vigilancia y control de los alimentos para asegurar que no producirán intoxicaciones alimentarias se denomina BROMATOLOGÍA (del griego βρῶμα (broma), alimento y -λογos (logos), estudio)
Es la ciencia que estudia los alimentos en cuanto a su producción, manipulación, conservación, elaboración y distribución, así como su relación con la sanidad.
Antropobromatología, que corresponde al estudio de los alimentos destinados específicamente al consumo por parte del humano.
Los síntomas y signos que se manifiestan en una intoxicación por alimentos contaminados dependen de la cantidad y calidad de los tóxicos ingeridos. Generalmente, los síntomas empiezan típicamente de varias horas a varios días después de la ingestión y, dependiendo del agente involucrado, pueden incluir uno o más de los siguientes: náuseas, dolor abdominal, vómitos, diarrea, fiebre, dolor de cabeza y fatiga.
En la mayoría de los casos el cuerpo es capaz de recuperarse totalmente tras un corto periodo de malestar y enfermedad agudos. Sin embargo, las intoxicaciones alimentarias pueden provocar problemas de salud permanentes e incluso la muerte, especialmente en bebés, mujeres embarazadas (y sus fetos), ancianos, enfermos y otras personas con sistemas inmunológicos débiles. Los síntomas de infecciones bacterianas se demoran debido a que las bacterias necesitan tiempo para multiplicarse, por lo que no aparecen hasta pasadas unas 12-72 horas o más desde la ingesta de comida contaminada.
Existen bastantes  patógenos bacterianos comunes en intoxicaciones alimentarias.
:El pescado que se extrae puede verse expuesto a la contaminación de un patógeno tan común como simple de erradicar, las especies microbianas del género Vibrio.
 El patógeno del pescado crudo. (Vibrio cholerae o cólera, Vibrio parahaemolyticus y Vibrio vulnificus )




Aunque inicialmente este patógeno se asoció única y exclusivamente al cólera, enfermedad todavía endémica en muchos países en desarrollo, otras especies asociadas al consumo de pescado crudo centran actualmente el interés debido a los severos problemas de salud que pueden provocar.

Vibrio vulnificus

De todos los vibrios éste es el que presenta hoy por hoy un mayor potencial patogénico. Se trata de un microorganismo con capacidad para atravesar la barrera intestinal, pasando entonces al torrente circulatorio y de ahí al hígado. A nivel hepático produce una infección severa, con muerte del tejido, pudiendo llegar a producir la muerte por insuficiencia hepática en el 60% de los casos, especialmente si el paciente posee alguna dolencia hepática previa.
En algunos casos se pueden producir contaminaciones cruzadas entre pescado crudo y vegetales, siendo entonces estos últimos los responsables de la infección al ser consumidos crudos, generalmente en ensaladas.
Debido a su sensibilidad a las bajas temperaturas, siempre será recomendable el mantenimiento del frío en todo momento, especialmente durante los meses cálidos del año. Al mismo tiempo, es recomendable evitar el consumo de productos crudos o insuficientemente cocinados y limitar la contaminación cruzada con alimentos que se van a consumir crudos.

Tratamiento de una intoxicación por vía digestiva

El tratamiento de primeros auxilios para este tipo de intoxicaciones se basará principalmente en acciones que tengan como objetivo evitar la absorción, o bien, impedir que se absorba más tóxico del que se ha ingerido. Los tres métodos más conocidos son:
  • Provocar el vómito: Es el método más fácil pero NO se admiten según que casos. Lo mejor es que podemos emplear el uso de los dedos dentro de la boca para ocasionar el reflejo del vómito. Si no se puede por cualquier motivo, entonces habrá que administrar ipecacuana por vía oral que es un emético (provoca el vómito). Normalmente, se presenta como un jarabe aunque en muchas poblaciones se utilizn la raíz directamente o disuelta en agua. El vómito sólo será efectivo si se realiza dentro de las tres primeras horas tras la ingestión de la sustancia tóxica.
  • Uso de carbón activado: Tiene la capacidad de absorber muchas sustancias que se encuentre por el tracto digestivo y en el estómago. Por eso, se utiliza como un complemento para el vaciado gástrico. La dosis inicial recomendable es 1g de carbón por cada kg de peso de la persona y esto se disuelve en 250 ml de agua (1/4 de litro). Por ejemplo, para un adulto de 70kg hay que preparar 70g/250ml agua.
  • Dilución del tóxico: Cuando no es posible ni provocar el vómito ni administrar carbón activado, entonces hay que recurrir a la dilución con agua o con agua albuminosa. Cabe decir que, este método sólo es posible emplearlo si la persona está consciente, pueda ingerir correctamente o no presente convulsiones. Un método para preparar rápidamente agua albuminosa es batir entre 5-7 claras de huevo en un litro de agua e ir administrándolas a la persona cantidades muy pequeñas para que no vomite. La mayor parte de estos casos se da en personas que han ingerido cáusticos y,por esta razón, no conviene que el producto químico vuelva a pasar de nuevo por el conducto digestivo hacia la boca.

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