domingo, 1 de febrero de 2015

intoxicaciones alimentarias




Intoxicaciones alimentarias

Una conservación inadecuada o una manipulación incorrecta pueden contaminar un alimento y provocar una intoxicación alimentaria a los que lo consuman. Conoce sus síntomas y cómo puedes prevenirlas.

Tipos de intoxicaciones alimentarias

El origen del cuadro puede estar en la ingestión de un alimento contaminado con microorganismos, que se multiplican y dan lugar a la enfermedad (infección), el consumo de un alimento contaminado por toxinas que se han producido por una proliferación de microorganismos en el sustrato (intoxicación), o bien una combinación de ambas cosas (toxiinfección).

Síntomas generales de las intoxicaciones alimentarias

Los períodos de incubación son diferentes en cada caso de intoxicación alimentaria. Algunas causas provocan la aparición de los síntomas en menos de 30 minutos o en varias horas, pero en la mayoría de los casos aparecen a las 12-48 horas. Otros tipos tardan entre varios días y una semana en presentar los síntomas.
Los síntomas generales de las intoxicaciones alimentarias pueden ser, entre otros:
  • Molestia abdominal vaga, o dolor abdominal.
  • Náuseas, vómitos o diarrea.
  • Pérdida del apetito y pérdida de peso.
Los niños y los ancianos tienen el mayor riesgo de intoxicación por alimentos.

El tratamiento de la intoxicación alimentaria

  • No consuma alimentos sólidos hasta que la diarrea haya pasado y evite los productos lácteos que pueden empeorarla (debido a un estado temporal de intolerancia a la lactosa).
  • Tome cualquier líquido (excepto leche o bebidas cafeinadas) para reponer los líquidos perdidos a causa de la diarrea y los vómitos.
  • Suministre a los niños una solución electrolítica que se consigue en las farmacias.
Si presenta diarrea y no puede tomar líquidos (por ejemplo, debido a las náuseas o al vómito), es posible que requiera atención médica y líquidos por vía intravenosa (IV). Esto es especialmente válido para niños pequeños.

Botulismo (Clostridium botulinum)
Una lata de comida golpeada, perforada o hinchada puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. El botulismo es una enfermedad rara y grave, causada por la bacteria Clostridium botulinum, que puede entrar en el organismo a través de heridas o vivir en alimentos mal enlatados o mal conservados.  
Si una lata de comida se encuentra golpeada, el recubrimiento queda expuesto al oxido de la lata y, dependiendo del tiempo en que se consuma después del golpe, se corre el riesgo de adquirir botulismo, de no tratarse a tiempo puede ser mortal. Se caracteriza por la presencia de diarreas, náuseas, vómitos, dolores abdominales muy fuertes, dificultad para respirar y visión doble.  
El botulismo infantil ocurre cuando las bacterias vivas o sus esporas son ingeridas y crecen dentro del tracto gastrointestinal del bebé. Su causa más común la constituye la ingestión de miel o jarabe de maíz, y el tratamiento oportuno reduce significativamente los riesgos de muerte.

Los síntomas pueden aparecer en 6 horas, o pueden tardar hasta 6 días. El período de incubación más común es de 18 a 36 horas. Cuanto antes comienzan los síntomas, más grave suele ser la intoxicación.
La persona afectada está despierta y sin fiebre. Los síntomas neurológicos más frecuentes son boca seca, visión doble, dificultad en la visión cercana, dificultad para tragar y para pronunciar las palabras. Suele haber síntomas abdominales previos o acompañando a los neurológicos, como náuseas, vómitos, retortijones y diarrea.
Los signos clínicos incluyen:
  • Debilidad o parálisis de las extremidades, bilateral en el 80% de los casos.
  • Tórax inmóvil, con dificultades para ventilar.
  • Estreñimiento.
  • Signos oculares: Pupilas que no reaccionan a la luz, párpados caídos, nistagmo (movimientos rápidos automáticos de los ojos).
  • Ataxia (inestabilidad al andar)

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